martes, 15 de abril de 2008

Interpretando a de Quincey


Empezaba a preocuparme de los pequeños descuidos en mi vida cotidiana, desde lo puramente doméstico (mi casa es un caos) hasta el olvido de las tareas de lectura y escritura. Justifiqué lo primero, pero no sabía cómo justificar lo segundo, así que me dije que, últimamente, no hago sino traducir y traducir, interpretar a europarlamentarios y volverme loca por las noches soñando que interpreto a Kundera desde el checo, a través del inglés, mientras una señal desde el fondo de una sala me advierte de que, en breve, tengo que pasar al español a Monsieur X, el francés que intervendrá a propósito de los OGM (los transgénicos,). Se comprenderá que con tal escenario, mi cerebro no recibe el suficiente cariño literario que siempre le ofrecí y su forma de quejarse es paralizándome narrativamente.
Así que, guiada por tales reflexiones, anoche abandoné los estudios de polaco, las reglas de la oratoria del Parlamento Europeo, los malditos giros económicos anglosajones, la insufrible prosa periodística italiana (se merecen a Berlusconi de nuevo) y toda la jerga jurídica de nuestros vecinos franceses, para encerrarme en la biblioteca personal de Alberto Manguel y dejarme arrastrar por el laberinto de sus lecturas. Abrí al azar Diario de lecturas y me tropecé con esto:

“Si uno empieza a permitirse un asesinato, pronto no le da importancia al robo, del robo pasa a la bebida y a la inobservancia del día del Señor, y se acaba por faltar a la buena educación y por dejar las cosas para el día siguiente

T. de Quincey.

¿Cómo se puede decir algo tan aristocráticamente irónico, malicioso y moralmente travieso? Así que para Sir Thomas de Quincey, yo ya habría llegado a lo peor, descuidando las cosas cotidianas. Entonces, sólo me quedaba recordar en qué momento cometí el asesinato.
En cualquier caso, su macabra broma me aterró y me dio por sospechar si, en mi caso, el fiambre no habría sido la propia literatura.

3 comentarios:

Richard dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Richard dijo...

Murder leads to procrastination,
well that makes me a serial killer.

Antonio Almansa dijo...

creemos mitos sin parar,inventar, fabular, y querer lo que no sabemos si vamos a querer, un poco de imposibles, por favor¡¡¡

Antonio

p.d. te debo un texto